Category Archives: blanco y negro

Las Tres E

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Entinto, edito y escribo en la compu de mi  vieja en Gerli, Avellaneda, Buenos Aires. La silla está rota, lleno de gatos por todos lados y algún canal de noticias suena atrás, desde el televisor. El perro de la vecina llora, y el perro de la otra vecina ladra, sin parar, todo el día. Alguien martilla algo afuera, otro corta una chapa, una Zanella con caño de escape libre pasa por Larrazabal, las puertas se golpean a cada rato mientras partes de la ciudad estan sumergidas bajo agua por un temporal.
El tipo del bufet en el Club Estrella no me conoce por lo que no deja entrar para jugar al pool por miedo a que le robe con la excusa de: “no podes jugar solo”. Me doy media vuelta y caminando a la casa pienso que debería ir al dentista antes de volver a Canadá.

Los dibujos que escaneo son parte de un proyecto largo, algo así como una especie de diario ilustrado con el que vengo dando vueltas desde hace rato. Muchos dibujos de la calle hechos en la calle y muchos otros hechos en mi cuarto de memoria en St. John´s, Newfoundland.
Todo sirve como excusa para sentarse a dibujar y tratar de contar algo. Por ahora tengo hasta ahí, más adelante les cuento que pasa con todo esto.

Buenos Aires otra vez.

El aguante

canadiens

Los fanáticos de los Montreal Canadiens, el equipo de hockey de Quebéc que juega en la NHL (la liga de hockey norteamericana), inundaron las calles cuando llegaron a las semifinales de la copa.
Al ser el único equipo en toda la ciudad, la gente vestía la misma camiseta en todas partes, un evento particular que, siendo de Argentina donde solo en Buenos Aires hay docenas de equipos y estadios, me llamó la atención.
Yo andaba por ahí, caminando sin rumbo fijo, mirando todo como si fuese por la ventana de un tren. Más tarde, ya agotado, me senté a descansar en una escalera en la esquina de la Avenida St. Dennis y el bulevar de Maisonneuve y retraté algunos de los personajes en mi cuaderno.
Esa noche los de Montreal ganaron y los fanáticos salieron a descontrolar la ciudad, destruyendo locales, licorerías y tiendas de ropa en un festín de violencia sin sentido. En los diarios se podían ver algunas fotos de gente con cajas de zapatillas o botellas de licor saliendo de entre las ventanas rotas de algún local.
Más tarde en la serie, quedarían eliminados de la copa y los hinchas junto con sus camisetas se convertirían en algo imposible de encontrar en la urbe.

En una calle cualquiera, de una ciudad cualquiera

thebattery

Las olas y las nubes azotan
la oscuridad para parapetarse
en lo más alto de su insolencia,
gaviotas, cuervos y algún perro
extraviado
ni se inmutan por el proceder
de los fenómenos meteorológicos,
y deambulan de aquí para allá
escarbando esqueletos
o sacudiéndose el polvo,
¡temperaturas bajo cero!
se me cruza gritarles,
pero que va,
si yo estoy ahogado
en penumbras que ni
las vocales me sale
contarte,
mientras el despelote sigue allá abajo
ffffffsshhhh, jashhhhh, mmbbbgggrrrrrr,
las olas arremeten revolucionariamente contra los
cimientos de madera
de algunas de las casas
en las escollera.