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Underground

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“Me puse a hablar con un tipo que tocaba la guitarra en la calle al lado de otro que se parecía a Papá Noel y solo pedía monedas. Le invité una lata de cerveza que tenía en la mochila y después de un rato lo seguí por ahí para ver como se ganaba unos mangos.
Su técnica era bastante particular, se acercaba a las parejas que caminaban y les insistía que le pidan una canción, la cual en general no se sabía pero se  las arreglaba para tocar cualquier otra y sacarles una sonrisa y unas monedas.
Lo acompañé por un rato tomándome las “Blue Ribbon” que me quedaban. A veces se quedaba parado en una esquina transitada y yo me sentaba en la entrada de un edificio viendo como la mayoría lo esquivaba y unos cuantos paraban a escucharlo.
Mucho mejor charlatán que guitarrista, me aburrió rápido el pifie de acordes, el desafinar y el hecho de perderme lo mejor por no entender francés.
Me despedí levantando la mano desde lejos y caminé por la calle de los bares para terminar en uno, estilo casa refaccionada con una barra y unas mesitas de plástico en el patio, del tipo pizzería del barrio de once”.

De una zoncera que escribí en el cuaderno adentro del bar.

Esa tarde había hecho un bocetito de esta ilustración en el subte de Montreal mientras volvíamos de buscar unos dibujos de Pepa y se me ocurrió pasarla a algo un poco más trabajado, un poco aburrido tal vez, de postear siempre dibujos del sketchbook.

Olvidando patadas

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Me fui para la biblioteca y terminé trayendo una retrospectiva de Picasso en el MOMA en los 70’s creo, y una autobiografía de George Grosz llena de ilustraciones blanco y negro. Volviendo a casa,  compré unas cervezas y una botella de vino en el almacén (en verdad fue en la licorería, en el almacén solo se consigue birra).
La obra de Picasso me llamó mucho la atención, casi como si nunca la hubiese visto. Al ver imágenes de su sketchbook cuando tenía 10 años, sentí que me daban una patada en las bolas de lo bien que dibujaba ya de tan chico.

En fin, más tarde el masaje etílico de vino y birras me ayudarían a olvidar el dolor y así poder sentarme y dibujar este comic.